Hasta hace no tanto tiempo, la discriminación machista que relegaba a la mujer a un segundo plano de importancia en muchos aspectos de la vida y la sociedad se ha mantenido de forma evidente, impidiendo que su talento, su sacrificio y su lucha dieran resultado. El arte siempre ha sido un lugar más libre, donde se premia la creatividad y no tanto el género. Sin embargo, también hemos visto discriminación hacia la mujer, especialmente en siglos anteriores, donde muy pocas eran capaces de vivir como artistas, pintoras, músicas o escritoras, ya que para la mayoría un trabajo así en una mujer estaba mal visto. Durante todo ese tiempo, sin embargo, hubo muchas luchadoras que se empeñaron en demostrar que su talento estaba por encima de esa discriminación. Y hoy queremos hablar de algunas de ellas.
Las pintoras siempre han estado ahí, aunque en un segundo plano, plasmando la realidad desde su propio punto de vista, diferente al de sus colegas masculinos, y verdaderamente interesante si queremos estudiar todo lo que tiene que ver con la propia visión femenina dentro del arte. Muchas han sido las mujeres que han destacado en este sector de la cultura, pero es cierto que sus nombres, por desgracia, no son tan reconocidos como los de los hombres, salvo honrosas excepciones. El talento de la mujer para la pintura es indudable, y hoy por hoy, con la situación mucho más equilibrada, se está demostrando el enorme potencial que tienen para mostrar una visión diferente del mundo a través del arte. Nosotros vamos a destacar a algunas de las mejores pintoras de la Historia, para reivindicar su talento.
El papel de las mujeres en la historia de la pintura
Culturalmente hablando, la pintura siempre ha sido un trabajo de hombres, al menos de forma tradicional. En la Edad Media y posterior Renacimiento, vivir de la pintura era algo muy complicado a no ser que tuvieras a un buen mecenas detrás apoyándote económicamente. Un noble, o incluso un rey, al que sirvieras como pintor personal. La gran mayoría de estos puestos eran ocupados por hombres, que normalmente estudiaban en escuelas de pintura o con otros pintores que hacían las veces de sus maestros, antes de mostrar su talento y su arte. Las mujeres quedaban fuera de la ecuación en la mayoría de casos, ya que no se veía la pintura como una dedicación correcta para ellas, discriminando claramente su arte.
Hubo, por fortuna, algunos casos llamativos, sobre todo por destacarse como pintoras siendo mujeres. Artemisia Gentileschi es seguramente la más famosa de todas, una italiana que aprendió de su propio padre y que llegó a ser pintora de la corte, a principios del siglo XVII, todo un hito para una mujer. Posteriormente, ya en el siglo XIX, la situación cambió bastante y la primera ola de feminismo y emancipación trajo consigo el talento de otras muchas pintoras, especialmente en Europa y Estados Unidos. Sobre todo en Francia, cuna de buena parte del arte en la época, las mujeres encontraron un lugar donde poder desarrollar su talento y mostrarlo al mundo en igualdad de condiciones con sus compañeros. Esto hizo que muchas lograran hacerse muy conocidas.
Grandes artistas de la pintura
Artemisia Genitleschi, la retratista italiana del siglo XVII, es seguramente el primer nombre que se nos venga a la mente cuando hablamos de pintoras que lograron sobrepasar esa discriminación y llegar lejos con su arte. Tenemos también a muchas pintoras francesas en el siglo XIX, como Camille Claudel, conocida también por ser amante de Rodin, pero con una obra espectacular que la hace destacar. En Estados Unidos también destacaron muchas buenas pintoras e ilustradoras en ese mismo siglo, como Mary Cassat o Georgia O´Keefe, ambas con estilos tremendamente personales que sorprendieron y maravillaron en su época. Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de otro de los grandes iconos de la pintura del siglo XX, convertida también en fuente de inspiración feminista, la mexicana Frida Khalo, todo un símbolo para la pintura femenina que sobresalió no solo por su arte, sino por su propia vida.
Obras destacables
A lo largo de estos últimos cuatro siglos, las obras de pintoras cada vez se han hecho más populares y hoy por hoy, por fortuna, no es extraño encontrarlas en grandes galerías y museos muy famosos, en una proporción menor, eso sí, a la de sus compañeros masculinos. Disfrutar de “Judith decapitando a Holofernes” en la galería florentina delos Ufizzi es descubrir el talento innato y espectacular de Artemisia Genitleschi, y entender por qué llegó a ser una mujer tan importante en su tiempo, rompiendo muchas barreras. “El Paseo en Barca”, obra cumbre de Mary Cassatt, refleja igualmente esa otra manera tan distinta de hacer arte, centrada en el costumbrismo, en el paisaje, en la transmisión de la belleza a través del trazo perfecto.
La serie de Lirios Negros de O´Keefe la encumbró como una de las mejores pintoras norteamericanas de todos los tiempos, y su influencia en el arte de su país durante el último siglo ha sido notable. El autoretrato de Frida Khalo, una de las obras más reconocidas de la autora mexicana, supone también un ejemplo del indudable talento que esta pintora poseía y de cómo desarrolló un estilo propio diferente a todo lo que se había visto, muy original, que la llevó a destacar sobre el resto de pintoras de su época.
Mujeres pintoras actuales
Las cosas han cambiado mucho en el último siglo y hoy, por fortuna, es mucho más habitual encontrar a mujeres que han conseguido tener éxito con sus obras de arte y pueden destacar como pintoras, de la misma forma que pueden hacerlos sus compañeros masculinos. Desde pintoras que han disfrutado de gran fama en décadas pasadas, como Françoise Gilot o Paula Rego, hasta representantes más jóvenes como Jenny Saville o la española Ángeles Agrela. Todas ellas siguen demostrando que el talento no tiene que ver con el género, y deslumbrando a todos con sus mejores obras, expuestas en los museos y colecciones más importantes.